Sonrisa

Es difícil pensar que decir cuando pasan cosas así, porque la fuerza nunca es suficiente y las palabras de aliento de los demás nunca nos suben el ánimo realmente. Sé como se siente.

Nunca tuve la oportunidad de conocer a Marcio de verdad. Lo conocía del liceo, de ir a fumar a la reja y pedirle fuego o que me pidiera un pucho. Siempre tuvo esa pinta de buena onda, esa sonrisa contagiosa y parece que se hacía querer rápido. Pero lamentablemente, nunca tuve la oportunidad de hablar con él y conocerlo realmente.

Aún así me pegó fuerte lo que le pasó y me pegó más fuerte todavía, la reacción de las personas que lo querían.

Su accidente me hizo revolver mil cosas que tenía guardadas y no pude evitar acordarme del accidente de Zai y del de mi viejo. Sé como se siente perder a un amigo, sé como se siente perder a alguien (muy) cercano y sé lo que se siente perder una parte de uno mismo.

Por eso quiero dedicarle esta entrada a todas las personas que están sufriendo la pérdida de Marcio. La verdad no creo en un cielo ni un infierno, no creo en un lugar mejor. Sé que no existe nada que nos pueda hacer sentir mejor frente una situación así y lo único que podemos hacer es seguir adelante. Porque, siendo sincera y por más frío que pueda sonar, absolutamente nada nos va a devolver a esa persona.

Por eso, si no podemos por nosotros mismos, hagámoslo por ellos.

Porque estén donde estén, si es que están en alguna parte, quieren vernos bien y, en el fondo, esto es un nuevo punto de partida en nuestras vidas. Injusta, pero vida en fin y lo único que podemos hacer es vivirla, tratando de crecer cada día un poco más como personas por más difícil que sea.

Obviamente todos tenemos distintos tiempos, y la sensación de una pérdida no se va de un día para el otro (si lo sabré...), pero lo mejor que podemos hacer es tratar de disfrutar de la vida y las personas que nos rodean.

Porque si de una cosa estoy segura, es que ellos lo hicieron. Por más o menos años de vida que les quedaran por delante, tengo la certeza de que tanto Marcio, como mi padre y probablemente Zaida también, tenían claro las posibles consecuencias de sus acciones y, de todas formas, murieron haciendo lo que les gustaba.

Así que fuerza gente, que aunque nunca es suficiente, tampoco está demás.

Un beso enorme y mi más sentido pésame a los amigos y familiares de Marcio.

Kaii♥